Buenas noches, Lucía
Es preciso tomar la callecita que duerme bajo tu cama. La que se arrastra debajo de tu puerta y cuelga como un brazo flojo de la punta de tus pies. Caminar por la avenida Corrientes donde para entonces estará lloviendo. Necesitar unas monedas, cuando la distancia sea la suficiente, para llamarte desde algún teléfono público. Por qué no te quedás hoy, me vas a decir. Estoy seguro. Pero es importante volver, sobre todo cuando las cosas no salieron como esperábamos. Vos a veces te acordás de mi, ¿no es cierto? ¿te acordás ahora? ¿no me dirías algo sobre mi antes de que me vaya? No llores, Lucía. A veces hace falta recorrer la callecita que se derrama de tu cama hasta la avenida Corrientes. Buenas noches, Lucía.
6 comentarios:
Me gusta tu blog, todo lo que cuentas tan sumamente detallado que transportas allí a esos instantes, qué cosas.
Muchas gracias, Ana.
Me encantó... porqué traes tanta imagen pegada a los dedos?
Que lindo!!!Me encanto , un salu2
No puedo evitarlo, gomita de naranja. He tratado, pero no pude.
Gracias, alicia victoria. Dos saludos.
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